Me atrae cómo los materiales y procesos cerámicos tienen afinidades con la condición humana. La forma en que respondemos y nos relacionamos con el daño de la experiencia: dentro, entre nosotros, uno con el otro. Al abrazar las heridas, se puede traer un significado más profundo a nuestras vidas, transformando el sufrimiento en algo digno y hermoso.
Estoy centrada en la escultura en gres y mis creaciones son abstractas pero llenas de vida, de reacciones y interacciones entre el barro y los óxidos, de diferentes texturas y ricos colores. Mi trabajo se centra en el poder de la vida natural y utilizo formas orgánicas. También me gusta crear superficies con texturas evocativas que recuerdan a patrones encontrados en la naturaleza, como la corteza de los arboles, o las rocas erosionadas por el mar, o por el viento, y muchas veces uso la grieta para transmitir la sensación de paso del tiempo. Expreso mis emociones y mi visión del mundo usando como medio la cerámica dentro de un lenguaje propio, donde los conceptos de la dignidad personal, nuestra existencia, nuestra condición humana y como interactuar con nuestro entorno con una actitud más positiva, ocupan un lugar central.